viernes, 26 de junio de 2015

TODO HOMBRE DEBE LEER! ...

"Es mejor tener a una mujer divertida antes que una linda, que siempre te acompaña en las fiestas, le encante darse una cerveza, el fútbol, prefiere andar en vestido o pantalones vaqueros, hace gimnasia siempre que sea posible, le somete a la carne y a los vegetales, es amable, no le importa el dinero, sólo quiere una vida tranquila y saludable y le encanta reír.

Que tener un mujer perfecta del gym, que no le guste nada, se viste como un maniquí de escaparate, nunca bebe para acompañarte porque está contando las calorías y solo sabe contar hasta quince, que es el n° de repeticiones en un set de bíceps y tríceps.


Ella misma es verdadera mujer. ¿Y qué pasa si tiene celulitis? El sentido del humor vale la pena. Puede tener varios chicos, pero es una gran compañera. Incluso puede ser un poco ruda cuando se le cae la ropa interior en el centro de la habitación, pero ¿y qué? La celulitis, flacidez y la desorganización tienen solución. Sin embargo, aún no se ha creado una cura para la vanidad! "

Espléndida parábola acerca de la seguridad en sí mismo


El propietario de un negocio exitoso una vez se encontró lleno de deudas y no podía ver ninguna salida. Los acreedores se acercaban y sus principales proveedores exigían el pago o le pedirían la quiebra, lo que haría cerrar su negocio.
Desesperado y angustiado, se encontró a sí mismo sentado en un banco del parque preocupado por su situación, pensando qué hacer para salvar a su empresa de la quiebra inminente.
Justo en ese momento un anciano se acercó y se sentó junto a él.

El anciano dijo:
-“Puedo ver que algo te está molestando hijo. ¿Qué es? “

Después de escuchar los problemas del dueño del negocio, el anciano dijo:
-” Creo que puedo ayudarte. “

Le pidió al hombre su nombre, hizo un cheque y lo puso en la mano diciendo:
-“Toma este dinero. Nos vemos aquí en exactamente un año a partir de hoy y usted me puede pagar en ese momento. ”

Luego se volvió y desapareció tan rápido como había llegado.
El dueño del negocio miró hacia abajo para ver que el cheque en su mano era de US$ 1.000.000, firmado por John D. Rockefeller, uno de los hombres más ricos del mundo. El dueño del negocio pensó: ”Todos mis preocupaciones de dinero han sido borrados en un instante!“
Sin embargo, el empresario decidió poner el cheque en su caja fuerte, antes de ir a cobrarlo. Pensó, el hecho de saber que estaba allí como respaldo, le dio fuerzas para encontrar la forma de salvar su negocio.
Con renovado optimismo, negoció mejores ofertas, mejores plazos de pago y se abrió paso con grandes ventas. A los pocos meses, él estaba libre de deudas y ganando dinero una vez más.
Exactamente un año después regresó al parque con el cheque sin cobrar. El anciano no apareció por algún tiempo, sin embargo, el ejecutivo decidió esperar un rato más. Al rato después, el anciano llegó, pero parecía desconocer al dueño del negocio.
Detuvo al anciano y estaba a punto de entregar el cheque con entusiastas palabras de gratitud al ver a una enfermera venir corriendo a coger el viejo.
Ella dijo:

-”Estoy muy contenta de haberlo atrapado. Espero que no le haya estado molestando. Siempre está huyendo de la casa de reposo y diciendo a todos que es Rockefeller. "
Y se llevó al viejo lejos del brazo.
El dueño del negocio asombrado se quedó allí, aturdido. Durante todo el año entre tejes y manejes, compra y venta, convencido de que tenía un millón de dólares detrás de él. De repente se dio cuenta de que no era el dinero, (real o imaginario) lo que había convertido su vida. Era su recién descubierta confianza en sí mismo que le dio el poder para lograr todo lo que pasó después.

¿¿¿CUANTO VALES???

















Un día un sabio maestro recibió la visita de un joven que se dirigió a él para pedirle consejo:
— Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro sin mirarlo, le dijo:
— Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... y haciendo una pausa agregó: — si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

— E... encantado, maestro— titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.


—Bien— asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y al dárselo al muchacho, agregó:
— Toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes, quienes lo miraban con algún interés.
Pero les bastaba el escuchar el precio del anillo; cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y solo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.
¡Cuánto hubiera deseado el joven tener esa moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Triste, subió a su caballo y volvió a donde el maestro se encontraba:
— Maestro -dijo- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera obtener dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

— Qué importante lo que has dicho, joven amigo —contestó sonriente el maestro—. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
— Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

— ¡58 MONEDAS! — exclamó el joven.

— Sí, -replicó el joyero— yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.

— Siéntate —dijo el maestro después de escucharlo— Tú eres como este anillo: Una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

viernes, 19 de junio de 2015

“MIRA BIEN DE QUIEN TE ENAMORAS”



Ten mucho cuidado si te enamoras de una mujer inteligente, de una mujer que siente demasiado y muy sensible, de una mujer que escribe, vuela y piensa mucho. Si la escuchas o le prestas mucha atención a lo que ella te dice, se meterá en tu corazón sin que te hayas dado cuenta, hasta que lo ocupe todo. Una chica así, sería capaz de narrar la historia más aburrida y hacerla parecer divertida, interesante, ocurrente. Esa que te hace reír con cualquier tontería simple, será capaz de moverte algo más que el piso y cambiará tu vida para siempre.Si por el contrario, te buscas una chica artificial que solo se preocupe por su aspecto, de esas a las que les gusta mostrar el cuerpo; te vendrá bien en todas esas fotos y reuniones sociales y hasta tu mamá dirá que podrán tener hijos hermosos…pero te morirás deaburrimiento por el resto de tu vida.
Una chica a la que le gusta reír y esté un poco loca, en cambio, podría reírse de alguna tontería en plena calle, cuando recuerde algún chiste o cuando decida ser ella misma en alguna reunión y convertirse en una persona interesante llena de cuentos y aventuras. Su risa podría ser muy franca, viral y contagiosa. Por cierto, además de genuina también es muy femenina, pero lo es con un vestido de noche o con jean y zapatillas, porque es mujer por su esencia y no por aquello que viste. Es bellísima siempre, con un traje de diseño o con el cabello apenas atado y ropa de entrecasa.
Sin embargo, si te enamoras de una chica cualquiera, trivial, playita y simple, de esas que a todo te dicen “Si” y nunca te contradicen en nada, sin siquiera mantener una opinión propia, tendrás una vida sin preocupaciones y sin montañas rusas emocionales…pero siempre sabrás qué esperar y cómo, incluso hasta cuando estén en la intimidad. Nunca te sorprenderá. Por otra parte, esa clase de mujeres abundan en todas partes y son más fáciles de conquistar. Te será fácil encontrarlas, por lo general se suelen ofrecer mostrando, antes que sugiriendo. Son de las que no dejan nada librado a la imaginación, y puedo asegurarte que será así por el resto de tu vida: no te quedará nada por descubrir.
En cambio, aquella chica que vuela, loca, atrevida, misteriosa y oculta detrás de su inteligencia, es apasionante. Esa que es capaz de mostrar su lado más salvaje cuando se siente cómoda y aceptada, porque será ese, aunque no lo creas, el momento en que resultará mas atractiva que nunca.Ella será todo un reto. Mantenerla a tu lado no será cuestión sencilla. Vas a tener que enamorarla todos los días y volverla a elegir a diario.
En cambio, aquella chica superficial que nunca te dice cuanto te ama o que ni siquiera sabe enviar un mensaje de texto sin abreviar todo, será mucho más fácil de mantener a tu lado: llévala a fiestas ruidosas y llenas de gente plástica que solo asiste a aquellos lugares para que el ruido de la música les impida escuchar la tristeza de sus pensamientos…pero te aseguro que serás muy infeliz.
Piensa sin embargo, que si te enamoras de una mujer inteligente y loca, deberás escribir mucho, saber de buena música, o sencillamente regalarle lo único que te exigirá siempre: calidad de tiempo. Ella necesitará que la enamores todos los días, hablándole y escuchándola.
Para ella cualquier regalo podría ser especial, pero nunca sabrás con seguridad qué es «cualquier regalo» porque sabes que ella retará tu creatividad.Por otra parte, será mejor que cada vez que ella hable, la escuches atentamente (no solo hagas de cuenta que la oyes) o la perderás para siempre y te cerrará su corazón. Ese tipo de mujeres suelen ser muy seguras: o te aman incondicionalmente o te dejan de amar para siempre.
En fin, enamórate. Enamórate de la que irrumpa en tus sueños cuando menos lo esperes, enamórate de esa que te rete y te desafíe. Conquista a esa mujer que, sin darse cuenta, ya entró en tu cabeza, se metió en tu corazón y no puedes ni la quieres quitar de allí. Enamórala porque te la imaginas en tu casa, contigo a tu lado, en medio de un caos en la cocina. Enamórala con frases inesperadas, con música que te conecte a ella, con deseos y mensajes que llegan a deshora solo para recordarle que la extrañas. Enamórala.
Pero si descubres que ella es mucho para ti porque es demasiado única, entonces corre a buscar a la chica “correcta”, esa chica superficial que no opina de nada, que nunca discute, que a todo te dice “Si”, y tendrás a una de las tantas mujeres comunes que pululan el universo femenino.
Y a propósito, una talentosa poeta Dominicana llamada Martha Rivera Garrido, alguna vez escribió algo así: “No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma, y mucho menos de una romántica que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una puesta de sol, la lluvia, el viento y no sepa vivir sin la música. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, loca e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no…de una mujer así, jamás se regresa. Una mujer así, te enamora para siempre”

viernes, 12 de junio de 2015

Lo que quiero prometerle a mi futuro esposo

Si es que Dios lo permite, Más que decir “acepto” quiero que nos comprometamos a esto.


Los votos son una de las partes más hermosas y conmovedoras de un matrimonio. Es ahí que prometes ser fiel, que prometes amar al otro y que, en definitiva, prometes estar en las buenas y en las malas y hacer de su relación y de su amor una de las prioridades más importantes de tu vida. A pesar de lo increíbles que me parecen estos votos creo que el amor que siento no se resume sólo a esto y si pudiese, quisiera definir otros votos y otros términos en los que prometo amar a ese hombre que en el futuro se convertirá en mi esposo.

Quiero vivir la vida al máximo contigo a mi lado

Soñar, viajar, construir y crear una vida que nos haga felices y nos llene como personas. Parte del amor que siento implica siempre apoyarte en todo lo que pueda para que logres tus metas y para que juntos hagamos de nuestra vida la mejor aventura de todas.

Pensaré en el futuro y sabré que gracias a tu presencia todo es más brillante y feliz

No es que no pueda estar sola o que tenga problemas siendo independiente, es simplemente que te encontré a ti, mi compañero de vida, aquel con quien quiero compartir mis pensamientos y anhelosy quien hace de mis días algo más feliz y satisfactorio.

Nunca querré tomar el camino más sencillo

Los desafíos serán algo que querré enfrentar contigo. No quiero que nuestra unión sea la más sencilla, no quiero ser esa persona que siempre piensa lo mismo que tú. Quiero que nuestra relación sea la unión de dos personas diferentes que han escogido amarse y crecer juntos a pesar de las diferencias.

Eres la persona con la que me quiero encontrar en casa luego de un largo día

Quiero escuchar todo lo que te haya pasado y quiero contarte lo que hice durante el día. Querré llegar a casa incluso aunque tengamos que cocinar y ordenar todo y aunque es probable que no lo haga con una sonrisa en la cara, lo haré sin reclamar porque es la vida que he escogido vivir junto a ti. Es esto lo que quiero: una relación real con todo lo bueno y lo malo que eso implica.

Quiero crecer contigo, expandir mi visión

Aprender nuevas cosas, tomar nuevos desafíos. Atrevernos a hacer lo impensable y nunca dejar de soñar.

También quiero inspirarte y que seas mi inspiración

Que me muevas a ser mejor persona, a nunca rendirme, a siempre aprender algo nuevo y a nunca perder las esperanzas.

Quiero que sepas que te he escogido y que seguiré escogiéndote

Día tras día, noche tras noche, sin importar si estamos molestos con el otro por algo sin sentido, sin importar la hora del día que sea o lo muy cansada que esté. De eso se trata el matrimonio y esta es la forma en la que te amaré.
Quiero que sepas que cuando llegue el momento que diga “acepto” esta palabra contiene mucho más amor y esperanzas de las que puedo expresar en sólo 6 letras y que esperaré pacientemente el momento para decírtelo.

TE CONCEDO MI CUERPO

No quiero que me concedas este baile. Quiero que bailes conmigo.

Que saques a bailar mis vergüenzas, que me hagas rodar sobre mí misma y que, con ello, no sólo sea mi centro gravitatorio, sino también tu centro de atención.

Quiero que entrelaces tus dedos con los míos a ritmo de vals, que me sorprendas con una bachata o que me hagas el amor al compás de un tango.

Quiero que bailes sobre mi cuerpo rozándolo en vertical, que no me pidas perdón ni permiso y que conviertas tus preguntas en tajantes imperativos susurrados, lento y bajito, a pocos centímetros de mi oído. Porque hoy quiero depender de tu rapidez, de tu lentitud, de tus tropiezos o de tus torpes movimientos.

Hoy te concedo mi cuerpo a cambio de que el baile, me lo concedas tú. Así que no te limites a mirarme. Acércate a mí, agárrame la mano, acerca mi cuerpo al tuyo y llévate parte de mi suspiro en tu próxima respiración. Arranca mis ganas con tus labios, pasea tu aliento por mi cuello y deja el rastro de algún beso por alguna esquina de mi piel.

Y, por último, coge aire.

Que la canción, tan sólo acaba de empezar.

CARTA A MI PRINCIPE AZUL

Para ese amor sueño desde que era una niña.

Hola hermoso, es otro día más sin ti. Acá me tienes nuevamente pensándote, imaginándote, ¡con ganas de que llegues ya a mi vida! ¿Cuánto más vas a tardar? El tiempo pasa, y yo ya no quiero esperar.
Quiero recibirte ya, con el abrazo más tierno del Universo entero, un abrazo de esos que te pegas como garrapata, y los latidos del corazón se juntan para componer una canción de amor. Un abrazo de esos que te llenan el alma, de esos donde ya no quieres soltarte más. Un abrazo con todas mis fuerzas, un abrazo que te está esperando hace años. No sé no más si eres alto o bajo, no sé si tendré que ponerme de puntas de pies para alcanzarte o tal vez tendré que subirme a una silla. Lo único que sé es que sueño con abrazarte.

Sueño con mirarte a los ojos y perderme en ellos, no dejaría de mirarte y admirarte ni un solo segundo. Sueño con acariciarte la cara, agarrarte de la mano, que intercambiemos palabras tiernas y que nuestra única discusión sea un “no, yo te amo más”. Sueño con ser parte de tu vida, de tus planes, ser tu mejor compañía hasta en el silencio, acompañarte a donde vayas, apoyándote en todo lo que hagas o quieras hacer. Ser tu mejor amiga, tus oídos y tu consejera.
Quiero comprenderte, hacerte reír, cuidarte, mimarte, dedicarte canciones, escribirte poemas donde exprese todo el gran amor que siento por ti, que tengo las mejores intenciones para contigo. ¡Solo quiero llenarte de amor! Estoy esperando ansiosa ese primer beso entre los dos, el primero de muchos.

Te ofrezco todo lo que soy. Tal vez no sea la más hermosa, pero de eso se trata el amor: de aceptar los defectos y amar las virtudes. Y, ¿sabes? Todos esos defectos se hacen pequeños a lado del gran amor que te ofrezco. Imagino tantos momentos hermosos a tu lado, tantos momentos de felicidad… Un amor distinto a lo común, un amor de esos que solo vemos en las películas con finales felices. Un amor más allá de lo carnal, de lo físico. Un amor puro, tierno, sincero… ¡Un amor infinito!
¿Te das cuenta de todo lo que nos estamos perdiendo? ¡Llega ya, mi vida! Te estoy esperando con los brazos abiertos, para abrazarte y no soltarte más.

Con cariño… tu princesa.

Una carta de agradecimiento para mi mejor amiga

Simplemente gracias por ser mi persona.

Creo firmemente que hay un momento en nuestras vidas en el que encontramos a nuestra alma gemela. Y no estoy hablando de ningún hombre, que quede claro. Estoy hablando de esa persona que conociste y que no te cayó NADA bien, pero que terminó metiéndose en tu vida y convirtiéndose en tu inseparable. Una persona que ha estado contigo apañándote en cualquier momento que la has necesitado. Esa persona a la cual puedes llamar a cualquier hora y que sabes que estará ahí. Aquella que ha estado en situaciones incómodas para ella sólo para hacerte algún favor. TU PERSONA. Así que esto es para ti, amiga:
En primer lugar tengo que darte las gracias por ser de la manera que eres. Porque me dejas ser yo misma cuando estoy contigo. Gracias por ser transparente y sincera. Por compartir conmigo no sólo mis momentos felices, sino también los más desastrosos, vergonzosos y tristes. Gracias por aceptar que a veces no te cuente las cosas. Por esperar pacientemente a que esté preparada para contártelas y estar dispuesta a levantarme una vez que me caigo.
Gracias por ser la persona más buena que conozco. En serio, haces del mundo un lugar mejor. Por lo menos mi mundo. Gracias porque nunca esperas nada a cambio y, sin embargo, lo das todo por los demás. 
Gracias por todas las veces que nos hemos reído y por las que nos hemos peleado también. Gracias por sostenerme, por ser mi cable a tierra. No sé que haría sin ti en mis momentos de locura.
Gracias porque siempre sacas lo mejor de mí. Por hacer que estos años en los que hemos sido amigas parezcan mucho más de los que son. Porque durante estos años hemos creado recuerdos para toda una vida. Gracias por recordarme que no tengo que preocuparme por los demás, sino que sólo por aquellos que me quieren. Gracias por ser mi fiel escudero. Me defiendes antes cualquier persona, aunque luego me eches la bronca por lo que hice en privado. Gracias por tantas cosas… Pero sobre todo, gracias por darme todas estas razones y por ser mi persona.

EL AMOR. Carta de Albert Einstein a su hija

A Lieserl Einstein. Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmi...